Movimiento Consolación para el Mundo (MCM)
El Movimiento “Consolación para el Mundo” es una Asociación católica de Laicos que participan del Carisma de Santa María Rosa Molas, una mujer que a finales del siglo XIX, recibió el don de la consolación de Dios, se convirtió en “instrumento de misericordia y consolación” para los hombres más necesitados de su tiempo.
Como ella, los miembros del Movimiento quieren ser fieles a Cristo en su Iglesia y prolongar en el mundo, desde su específica vocación, la Obra de Salvación que, el Padre de la misericordia y del consuelo confió a su Hijo Jesucristo.
Como ella, quieren ser Consolación en el lugar y circunstancia de su entorno y “aliviar las pobrezas físicas y espirituales de los hombres de su tiempo”.
Pertenencia
El Movimiento implica un proceso de personalización de la fe, de descubrimiento de la propia vocación de la Iglesia, y de compromiso de vida, como respuesta a la llamada de Dios, para prolongar su obra de Consolación en el mundo.
La pertenencia al Movimiento supone una respuesta libre, consciente, gratuita, a esta llamada que tiene su origen en una experiencia espiritual de encuentro con Cristo Consolador. Es Dios quien pone en el corazón el deseo de vivir cristianamente, según el Evangelio y conducidos por su Espíritu, de ser vehículos de su Consolación, cauces de su Amor y Misericordia, al hombre de cualquier condición y de todos los tiempos.
Itinerario formativo
El miembro del Movimiento, inicia su pertenencia al mismo formando parte de un grupo de niños, adolescentes, jóvenes o adultos, según su realidad personal. Con él comparte sus intereses, deseos, dudas, sueños…, busca iluminar su vida desde la fe y se compromete en acciones de consolación a su alcance.
La formación en el Movimiento tiene por objeto ayudar a los miembros del mismo a configurar una personalidad humano-cristiana y carismática madura, abierta, coherente comprometida con la vida y con la historia humana que les lleve a ser cauces de la Consolación de Dios.
La formación se apoya en los principios de la fe católica es experiencia. Intenta hacer experiencia de actitudes evangélicas, de vida cristiana en grupo, de relaciones personales auténticas con Dios y con los demás y de servicio de consolación ante las necesidades, según el espíritu de Santa María Rosa Molas.
El itinerario formativo vértebra el Movimiento en tres etapas bien definidas que marcan la progresiva integración carismática, posibilitan una opción de vida libre, madura responsable conducen a la vivencia del carisma en el estado de vida a la que el Señor llama a cada uno.
Etapas y niveles
El Movimiento agrupa a niños, adolescentes, jóvenes y adultos en proceso espiritual y apostólico de crecimiento y de servicio. Existen tres etapas en este proceso, jalonadas por periodos más o menos prolongados de conocimiento, experiencia y discernimiento que facilitan y preparan el paso de una etapa a otra.
En cada una de ellas se da vida al Movimiento de forma completa, acentuando los aspectos convenientes a la situación evolutiva de los miembros y enriqueciéndoles con mayor profundidad, a medida que avanza en el proceso.
La primera etapa, Etapa Infantil (MIC), agrupa a niños a partir de la Primera Comunión. La finalidad de esta etapa es cultivar la amistad con Jesús y con Santa María Rosa Molas sus actitudes ante la vida y con los hombres. La metodología pedagógica en esta etapa es fundamentalmente lúdica y vivencial.
La segunda, Etapa Juvenil (COM), reúne a adolescentes y jóvenes. Tiene como finalidad acompañar su proceso de maduración y personalización de la fe y de seguimiento de Cristo. Prepara y proporciona los medios para un discernimiento de la propia vocación en el mundo y en la Iglesia.
Esta etapa se estructura en niveles de acuerdo con el desarrollo evolutivo de los adolescentes y jóvenes. El paso de un nivel a otro supone la libre decisión de los interesados, previa la constatación de haber alcanzado los objetivos correspondientes a cada uno de ellos.
Los niveles son los siguientes:
Supone el paso de la etapa infantil a la propiamente juvenil. La formación en este nivel se orienta al reconocimiento de la propia realidad personal, al descubrimiento del entorno y al cultivo de actitudes cristiana fundamentales respecto a Dios, los demás, el mundo y uno mismo. El itinerario de este nivel ayuda a profundizar la amistad con Jesús y María Rosa Molas y prepara el paso al siguiente nivel.
Tiene como finalidad afianzar la opción de seguir a Cristo en la vida cristiana y personalizar el estilo de vida que ello comporta. El itinerario formativo en este nivel ayuda a integrar la propia realidad personal, a asumir la vida cristiana en clave de consolación y a abrirse al entorno y comprometerse en acciones de consolación en el mismo.
Está centrado en dar consistencia y profundizar a la personalidad propia, arraigar los valores más decisivos en la propia vida y en dar solidez a la vida cristiana. El itinerario formativo ayuda al desarrollo equilibrado de la personalidad de la capacidad de relaciones interpersonales maduras, a responsabilizarse de la propia vida del crecimiento del grupo y a vivir el servicio de consolación como fruto de la experiencia de Cristo y de la Misión de la Iglesia.
Este nivel se orienta a posibilitar un discernimiento personal libre y responsable sobre el fruto de la propia vida. El itinerario formativo ayuda a adquirir las disposiciones necesarias para el discernimiento de la llamada de Dios, a descubrir y profundizar el sentido de las vocaciones en la Iglesia, a valorar la propia idoneidad respecto a cada una de ellas.
Esta etapa finaliza con unos Ejercicios Espirituales de discernimiento que posibilitan la elección del propio estado de vida.
La tercera etapa, Etapa Adulta (Laicos Consolación), tiene como finalidad ofrecer a los miembros del Movimiento que han descubierto su vocación al estado laical, casado o célibe, un ámbito idóneo para vivir el don del carisma recibido, en la vida laical.
El Movimiento ofrece también, a aquellos laicos en edad adulta que inician su aproximación al mismo sin haber recorrido las etapas anteriores y se sienten llamados a vivir cristianamente según el carisma de Consolación, la posibilidad de una formación en grupo abierta a la incorporación a una Comunidad de Laicos Consolación.
El itinerario formativo en esta etapa contempla las distintas situaciones de quienes se encuentran en sus respectivos niveles:
1. Grupos Consolación
La formación en este nivel se orienta al repaso y profundización de los contenidos de fe y su aplicación en la vida cristiana, así como al estudio del Carisma de Consolación para su conocimiento y asimilación. Los miembros en este nivel se ejercitan en la lectura de la palabra de Dios, en la oración personal y comunitaria y viven la caridad cristiana colaborando en servicios de consolación de acuerdo con sus posibilidades reales.
2.- Experiencia comunitaria Laical
Es este un nivel de transición que prepara a quienes han seguido el itinerario completo de COM o el los de Grupos Consolación para incorporarse a una Comunidad de Laicos Consolación. El camino formativo es experiencial. Se hace experiencia fundamentalmente de aquello que caracteriza a la Comunidad de Laicos Consolación antes de tomar la decisión de incorporarse a ella.
3.- Comunidad de Laicos Consolación
La pertenencia a la Comunidad expresa la plena vinculación al Movimiento. Los miembros del mismo en ese nivel orientan su ser y quehacer con el espíritu cristiano de Consolación. Su forma concreta de existir es ser consolación en la vida laica. El camino formativo de las Comunidades de laicos se orienta a alimentar la identidad del Laico Consolación y bebe en las fuentes del Carisma con:
- la práctica de la Oración
- el discernimiento en el actuar
- la comunicación de bienes
- la expresión del estilo concreto de consolación en la normalidad de la vida cristiana.
Los miembros del Movimiento que por diversa circunstancias tienen que establecer su domicilio en lugares dónde no existen grupos y comunidades del Movimiento no dejan por ello de pertenecer al mismo. Siguen vinculados a su grupo o comunidad y se mantienen en comunicación frecuente con él y con las instancias superiores del Movimiento, salvo voluntad y manifestación expresa de los interesados de abandonar el Movimiento.
Servicios de Consolación
Todos los miembros del Movimiento en cualquiera de sus Etapas y Niveles se comprometen en un servicio de Consolación, de acuerdo con sus exigencias personales, bien sea en el seno del Movimiento o en Obras del Instituto, bien hacia otras instancias eclesiales o no, al servicio de los más necesitados
Cuando se realiza en Obras del Instituto el Servicio se rige por las Orientaciones que regulan el Servicio Voluntario de Consolación y se lleva a cabo según dichas orientaciones.
Como su nombre indica, el Servicio voluntario de Consolación no es un voluntariado social entre los muchos que promueve la sociedad actual. Su acción quiere ser una respuesta a las necesidades del hombre en todos sus aspectos, según la genuina tradición cristiana y en el estilo de Santa María Rosa Molas.
Para participar en el mismo es necesario solicitar la admisión en alguno de los Proyectos existentes.
Ámbito Geográfico
El movimiento se estructura por Países y Zonas geográficas (la Zona equivales a una Provincia religiosa de la Congregación de Hermanas de Ntra. Sra. de la Consolación). En cada Zona, si las circunstancias lo aconsejan, pueden establecerse Regiones.
Gestión del Movimiento
La dirección y gestión del Movimiento se lleva a cabo por los siguientes organismos:
- Secretariado del Movimiento “Consolación para el Mundo”
Es el órgano de gestión a nivel mundial. A este organismo, integrado por la Hermana Asesora General del Movimiento y un grupo de laicos, corresponde “animar e impulsar la vitalidad espiritual y apostólica de los miembros del Movimiento” y coordinar el Servicio voluntario de Consolación con las competencias que le confieren los Estatutos.
- Equipo coordinador de Zona
A nivel de provincias religiosas la gestión, corresponde al Equipo Coordinador de Zona, integrado por la Hermana Asesora a nivel de Zona y un grupo de laicos. Los Estatutos del Movimiento determinan las atribuciones y miembros de este Equipo que actúa en dependencia del Secretariado del Movimiento.
En las Provincias religiosas con presencia en varios países, existe, según la expansión del Movimiento, un equipo coordinador de País con atribuciones similares.
Expansión y situación Actual
El Movimiento está presente en los siguientes países: España, Portugal, Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile, Brasil, Corea del sur, México, Eslovaquia, Burkina Faso y Mozambique. Las Hermanas están trabajando por su implantación en: Filipinas, pero aún no existe en dicho país grupos consistentes.
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